El entorno
Descubre la sierra de Albarracín
La Sierra de Albarracín es un espectáculo natural en cualquier época del año. Rodeando nuestra casa, este entorno privilegiado te ofrece un mosaico de paisajes cambiantes, desde bosques de pinos y sabinas hasta barrancos, fuentes naturales y formaciones rocosas únicas. Aquí la naturaleza se vive a pie, en bicicleta o incluso a caballo, con rutas de senderismo señalizadas para todos los niveles que atraviesan bosques, cruzan ríos y te conducen a miradores con vistas que dejan sin aliento.
Es un lugar perfecto para los amantes del aire libre y las familias que buscan un turismo tranquilo y de conexión real con el entorno. Puedes visitar enclaves como la Cascada del Molino Viejo, el Nacimiento del Río Tajo, o adentrarte en el Parque Cultural de Albarracín, donde se conservan espectaculares pinturas rupestres que datan de hace más de 6.000 años. Además, la zona es ideal para la observación de aves, cuenta con cielos oscuros para ver las estrellas y esconde pueblos con encanto como Gea de Albarracín, Bronchales o Bezas, que bien merecen una visita.
Cada estación del año transforma el paisaje en una postal distinta: el verde vibrante de la primavera, los tonos ocres del otoño, el frescor veraniego bajo la sombra de los pinares y la belleza serena del invierno. Aquí, cada paso es una experiencia, y cada silencio, un regalo.

Albarracín: historia viva a solo un paso
A tan solo 1,5 km de La Casa de la Quesería, se encuentra uno de los tesoros mejor guardados de España: Albarracín, un pueblo que parece detenido en el tiempo. Declarado Conjunto Histórico-Artístico y considerado por muchos como el pueblo más bonito del país, Albarracín enamora con su arquitectura única, sus murallas medievales, sus tejados rojizos y sus callejuelas empedradas que serpentean entre casas de adobe y piedra. Pasear por su casco antiguo es sumergirse en siglos de historia, donde cada rincón cuenta una leyenda, y cada vista parece sacada de una postal.
Podrás visitar la Catedral del Salvador, recorrer el imponente sistema amurallado, subir al castillo medieval o disfrutar de una panorámica inolvidable desde el mirador del Portal de Molina. Su ambiente tranquilo, su gastronomía tradicional y la calidez de su gente hacen de Albarracín un lugar perfecto tanto para perderse como para encontrarse. Museos, tiendas de artesanía, restaurantes con encanto y una atmósfera mágica te esperan a solo unos minutos de tu alojamiento. Una escapada a Albarracín no se olvida fácilmente.
